¿Qué es Fígaro?
Fígaro es una asociación civil sin fines de lucro que se propone crear propuestas artísticas que enriquezcan la currícula escolar, promuevan la cohesión comunitaria, la integración familiar e indirectamente el desarrollo ciudadano. Nace convencida del rol social del arte, en particular del teatro y de la música, en la gestación de valores y capacidades en los niños, adolescentes y la comunidad en su conjunto (con especial interés en adultos mayores). De esta manera, se propone contribuir a la construcción de una sociedad democrática e igualitaria, conformando un espacio plural para la reflexión a través de propuestas artísticas que disparen la curiosidad y el pensamiento, estimulen la atención, la escucha, la empatía con el otro, la tolerancia, cimenten ciudadanía y fortalezcan la democracia.
SEMILLA
Fígaro nace en el seno de Juventus Lyrica (www.juventuslyrica.ar), la reconocida asociación de ópera que en 2024 cumple 25 años de trayectoria en Buenos Aires y con una vasta experiencia en la formación de espectadores. Su programa de formación de audiencia llegó a 18.000 niños y familias con pre-estrenos exclusivos de grandes títulos para colegios secundarios en el Teatro Avenida, adaptaciones especiales de grandes óperas para los más pequeños como La flauta mágica, La cenicienta o El barbero de Sevilla, en Ciudad Cultural KONEX, Tecnópolis y el Centro Cultural Kirchner, y también materiales didácticos para que estudiantes y docentes pudieran ampliar en el aula la experiencia vivida en el teatro. El impacto de esta actividad dio origen a la gestación de Fígaro como proyecto independiente
manifiesto
Que el arte sea una herramienta de educación y cohesión ciudadana.
Que permita reunir a familias, a nietos con sus abuelos, a grupos escolares y a la comunidad en su conjunto.
Que la asistencia a espectáculos y muestras de arte sea una asignatura obligatoria que dispare debates en la currícula estudiantil.
Que el teatro, la poesía y la música despierten en los chicos la emoción, la voluntad y el compromiso.
manifiesto
Que el arte sea una herramienta de educación y cohesión ciudadana.
Que permita reunir a familias, a nietos con sus abuelos, a grupos escolares y a la comunidad en su conjunto.
Que la asistencia a espectáculos y muestras de arte sea una asignatura obligatoria que dispare debates en la currícula estudiantil.
Que el teatro, la poesía y la música despierten en los chicos la emoción, la voluntad y el compromiso.
¿POR QUÉ FÍGARO?
En el medio del auge del individualismo, y frente a tantas malas noticias que reciben los chicos en la casa o en la escuela (por la crisis económica, la inseguridad, los peligros de enfermedades que se están convirtiendo en pandemia, e incluso por la guerra en el mundo), que impactan generando miedo e incertidumbre, las grandes obras de maestros del teatro y de la música occidental tienen la capacidad de ofrecer un espacio de reparación, de contención y de reflexión, donde se despiertan emociones, se reanudan ilusiones y los invitan a formar parte de una experiencia colectiva compartida y generadora de confianza, que es una de las claves del desarrollo de la autoestima y la capacidad de adaptación.
La ida al teatro es una experiencia que va mucho más allá de lo puramente estético. La formación de un espectador es también la formación de alguien que tiene la capacidad de atender, la capacidad de esperar, de escuchar y, por sobre todas las cosas, la capacidad de comprender a otro (a través de un actor que desde el escenario atraviesa un problema). El teatro invita a la reflexión, a la empatía, al entendimiento mutuo, hace al desarrollo de la convivencia y la tolerancia, y por lo tanto también a la gestación de valores ciudadanos.
más que NIÑOS
Hoy en día el individualismo lo ha conquistado todo. Parece irrelevante cómo otros pensaron en el pasado problemas que inevitablemente atravesaremos, como el dolor, la pérdida e incluso la muerte. El paradigma de la reflexión parece únicamente erigido sobre la percepción personal, en sintonía con un mandato de éxito, felicidad y juventud. En el caso particular de los chicos y adolescentes, las redes sociales paradójicamente han potenciado la reclusión y el bullying mientras que las generaciones mayores se encuentran cada vez más aisladas, aun en el seno de sus propias familias, al menos como producto de la brecha tecnológica y digital.
La ópera para niños puede convertirse en una red de contención, ofreciendo un tiempo compartido de calidad, con instancias de diálogo entre abuelos y nietos, creando un espacio de reflexión en torno al hecho artístico y a lo que nos rodea, cimentando ideas y valores, y generando un punto de encuentro familiar.
¿POR QUÉ EL TEATRO ES UNA INSTANCIA DE FORMACIÓN?
Dice el dramaturgo Arthur Miller, “el teatro es el arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma”. Los espectadores están solos en la sala. En el caso de los chicos, también. Aun estando acompañados, cada uno vive en la butaca la obra en silencio y de manera individual. Pero no están solos como pueden estarlo frente al bombardeo de las pantallas digitales. Se adentran en un espacio alternativo para inscribirse en una ceremonia en donde un actor o grupo de actores interpreta exclusivamente para ellos. Sobre el escenario, lo que se hace presente es real y tal vez hasta les resulte familiar. Tal vez aquello que le sucede al personaje es lo que a ellos les pasa, pero no podían verbalizar. O tal vez lo que le sucede al personaje los solidariza. Y para atravesar esa emoción y esa experiencia como espectadores no tienen a nadie -ni influencer, ni youtuber, ni tiktoker, ni siquiera a quien los haya acompañado al teatro- que dirija sus emociones y les indique qué deben sentir. Están solos para procesarlo. A través del teatro, “espejo de humanidad” en palabras de Shakespeare, el actor arroja al público una pregunta que cada uno procesa de manera individual. El escenario les devuelve un espejo en el que pueden reconocerse distintos.
Fígaro invita a los chicos, a sus padres, a sus abuelos, a sus escuelas, y a todos quienes quieran acompañarlos a iniciarse en una experiencia ancestral: la sagrada ceremonia del teatro.